Muchos atletas se han reunido en Tokio para demostrar sus habilidades deportivas. El hecho de querer calificar para participar en las olimpiadas implica mucha preparación, mucho de ejercicio, disciplina con dietas y estrictos horarios sueño, pero dentro de todos ellos hay un grupo de atletas que llevan algo más, que acondicionamiento físico.

El periódico Christianity Today compartió una lista de deportistas cuya fe es parte importante de sus fortalezas como deportistas:

Uno de ellos es el argentino Lucas Lautaro Guzmán, de Taekwondo. El primero de su país en ganar una medalla de esa disciplina.  Perder a su mamá le hizo buscar más de Dios y hoy eso le permitió salir adelante.

“No puedo pedirle a Dios nada más, porque me da tanto que estoy más que completo y lleno. Independientemente de todo el éxito externo que estoy recibiendo, debo confesar que Cristo es lo mejor que me ha pasado.” Escribió en sus redes sociales.

El guatemalteco Charles Fernández, participante de Pentatlón Moderno, es hijo de una familia de misioneros. Junto con su esposa dirige una iglesia en Antigua, Guatemala. Él ha dicho que su carrera como atleta es “para ser luz de Cristo para las naciones en este deporte”.

Nicola McDermott, una Australiana que participa en el salto de altura, Cofundó Everlasting Crowns, un ministerio en el que espera que "compañeros atletas transformados por el amor perfecto de Jesús, plantados en iglesias y discipulados sean una bendición para todos los lugares a los que son enviados".

Representando a Italia, estpa Raelin D'Alie en el baloncesto femenino de tres contra tres. En una entrevista a The Journal Times, ha confesado que durante la pandemia aprendió a responder con oración y adoración para afrontar los momentos difíciles.

Yohan Blake, velocista jamaiquino y compañero de entrenamiento de Usain Bolton “se ve a sí mismo como si Dios lo hubiera puesto en la tierra para ayudar y cuidar a las ovejas como un pastor amoroso”. 

La única nigeriana en ganar medallas de oro en juegos Olímpicos, Odunayo Adekuoroye, en declaraciones recopiladas por Christianity Today ella dice que “Como cristiana, creo en el principio del trabajo y oro como se indica en la Biblia”.

Nick Willis, corredor de distancia de Nueva Zelanda, ha confesado que a querido retirarse “pero Dios me ha dado este regalo, ¡así que correré y correré!”.

Como ellos hay muchos más quienes reconocen que la oración a Dios es una de sus principales fortalezas para el éxito en estas competencias y de esta manera poder ser luz en una de las plataformas de deportes más grandes del mundo.