La Iglesia Episcopal de Escocia ha votado a favor de celebrar matrimonios homosexuales. Se convierte así en la primera Iglesia Anglicana del Reino Unido en tomar esta decisión.
 

La votación se dio durante el sínodo general de esta iglesia. La Iglesia Episcopal de Escocia no debe ser confundida con la Iglesia de Escocia, de corte presbiteriano.
 

Para abrir el matrimonio a personas del mismo sexo (una reivindicación larga de grupos LGBT en Escocia), la Iglesia ha quitado una cláusula doctrinal de su normativa interna que especificaba que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer.

La decisión cambia, pues, la definición cristiana histórica de matrimonio y puede llevar a una colisión de los episcopalianos escoceses con la Comunión Anglicana a nivel global. En 2016, la Iglesia Episcopial de Estados Unidos ya fue sancionada tras aprobar el matrimonio gay.

El sínodo también ha aprobado una cláusula de conciencia que permite a los ministros de culto que defienden la doctrina histórica del matrimonio la no participación en la celebración de matrimonios gays.

La Conferencia Global Futura Anglicana (Gafcon, por su acrónimo en inglés) había expresado su preocupación por la redefinición del matrimonio en las iglesias del Reino Unido.
 

La organización, con fuerte presencia de obispos de África, Asia y América, dijo que la decisión podría “marginalizar aún más a los anglicanos fieles en Escocia que quieren mantener las enseñanzas de Jesús sobre el matrimonio”.
 

Poco después de saberse el resultado en el sínodo de la Iglesia Episcopal Escocesa, Gafcon anunciaba formalmente el nombramiento de Andrew Lines como “obispo misionero” para el Reino Unido y el resto de Europa.
 

Esta decisión no ha sido aprobada por ninguna de las Iglesias Anglicanas oficiales de Inglaterra y Escocia, y se prevé, provocará un choque entre instituciones anglicanas en las islas.
 

Como representante de Gafcon, el arzobispo de la Iglesia Anglicana de Norteamérica, Foley Beach, afirmó: “Es mi esperanza que el obispo misionero lidere un esfuerzo de plantación de iglesias dinámicas en toda Escocia, comunidades que sea cristocéntricas, que practiquen las enseñanzas de la Biblia y afirmen la larga herencia de la fe anglicana”.