Desde los dos terremotos que sacudieron a México el año pasado, los residentes han estado bajo alerta, principalmente, en las últimas semanas que ha habido sismos. En medio de esto, la fe ha jugado un papel importante.
El pasado viernes 16 de febrero se registró un temblor de 7.2 de magnitud con epicentro a 11 kilómetros al sur de la ciudad de Santa Pinotepa Nacional, estado de Oaxaca.
La jefa del Servicio Sismológico Nacional, Xyoli Pérez, dijo en conferencia de prensa que este sismo se debió a un deslizamiento de la placa de Cocos por debajo de la placa de Norteamérica.
En la Ciudad de México, gracias a las alarmas sísmicas los mexicanos han tenido tiempo suficiente de salir de sus casas y oficinas, para buscar un lugar seguro. Con ese último sismo de mayor magnitud registrado, los residentes tuvieron 70 segundos previos antes de que se sintiera el temblor.
En medio de esta situación de ansiedad y tensión, la fe de los cristianos ha salido a relucir. El pastor Ademar Arau habló sobre la actitud que deben tener los cristianos.
“Pablo en la Biblia en una de sus cartas dice: ‘Anímense y edifíquense… Pero anímense. El ánimo es la gasolina del alma”, dijo el pastor Ademar Arau.
Sin duda, seguirá temblando, pero como dice el pastor Arau, el papel de los cristianos es confiar siempre en que Dios tiene el control absoluto de todo y así vivir plenamente.