Un hombre está llamando a su decisión de atrasar su despertador, un acto de intervención divina.

Raymond Bowling de Austin, Indiana, dijo a WXIN-TV que él programa su alarma cada día para las 5:30 a.m.

Sin embargo, la mañana del viernes cuando una tormenta severa estaba pasando por la zona, decidió dormir un poco más.

"Esta mañana toqué el despertador, me quedé allí unos minutos, me puse de pie y miré cuántos minutos me quedaban para dormir. Pasaron alrededor de 6 minutos, así que decidí volver a descansar hasta que se apagó de nuevo”, dijo Bowling.

Minutos más tarde, una gran rama de árbol rompió su cuarto de baño.

"Me dormí y literalmente 2 minutos más tarde, la rama del árbol se vino abajo. Si me hubiera levantado, habría estado justo en ese lugar, muy probablemente cepillándome los dientes", dijo Bowling.

Fue un pequeño cambio en su rutina que le ayudó a evitar un momento doloroso.

"La intervención divina es lo que pasa por mi mente. Estoy muy agradecido de que no haber salido herido", dijo.