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Cientos de mujeres salieron a las calles de Río de Janeiro para exigir la legalización del aborto en Brasil.
Tras el movimiento en su vecino país, Argentina, donde después de años de lucha y varias protestas, la Cámara Baja aprobó un proyecto de ley que legaliza el aborto, los brasileños decidieron protestar también.
"No se debe obligar a una mujer a ser madre", dijo Tina Tigri, una productora de eventos culturales que tiene dos hijos y participó en la protesta.
Sosteniendo pancartas que decían "Las mujeres ricas abortan, pero las pobres mueren" y cantando consignas en apoyo de la legalización del aborto, los manifestantes, principalmente mujeres de todas las edades, marcharon desde la Asamblea Estatal de Río hasta el Concejo Municipal para exigir un cambio en la legislación.
En agosto, la Cámara Baja brasileña sostendrá un debate sobre el aborto.
La decisión del Congreso ayudará a la Corte Suprema a decidir sobre un caso presentado el año pasado, cuando una mujer presentó una petición para abortar porque un nuevo hijo afectaría emocional y financieramente a su familia.
No está claro cuándo el Tribunal Supremo debatirá el caso.
Como en muchos países, el aborto es un tema tabú en Brasil, una nación socialmente conservadora con la población católica romana más grande del mundo, así como una creciente comunidad cristiana evangélica.
El aborto en Brasil, hogar de la mayor población de católicos romanos y credos evangélicos de rápido crecimiento, es legal en tres casos: cuando la vida de una mujer está en peligro, si una mujer ha sido violada, o cuando un feto tiene anencefalia, una malformación del cerebro.