La "Ley de muerte con dignidad" del Distrito de Columbia entró en vigor la semana pasada, lo que permite a los pacientes terminales acabar con su vida, con la ayuda de un médico.

Los legisladores de la Cámara y del Senado presentaron una resolución conjunta condenando la medida, pero los líderes decidieron no programar una votación sobre el tema. Como resultado, la "Ley de muerte con dignidad" se aprobó con facilidad y pronto se aplicará en los hospitales de la zona del Distrito de Columbia.

El congresista Jim Jordan, llama a la situación una "oportunidad perdida".

"Esta fue una oportunidad perdida de defender la santidad de la vida en todas las etapas", dijo Jordan. "Me decepciona que esto no haya llegado a votación".

El senador James Lankford, está de acuerdo y cree que el suicidio asistido se usará para abusar de los pobres, ancianos y discapacitados.

"Las leyes escritas de suicidio asistido son una receta para el abuso contra los discapacitados, los ancianos y los pobres", dijo Lankford en un comunicado. "Estoy decepcionado de que el Congreso no haya actuado en una resolución de desaprobación por el proyecto de ley de suicidio asistido en el Distrito de Columbia. Hay consecuencias significativas para esta ley que tienen implicaciones de largo alcance para la forma en que cuidamos a las personas vulnerables".

El suicidio asistido por un médico puede ahora ser legal en la capital de la nación, pero tardará meses antes de que se permita a los médicos administrar fármacos mortales a los pacientes. Sin embargo, los defensores del suicidio asistido ya están tratando de expandir la práctica. Casi la mitad de las legislaturas estatales están considerando la posibilidad de legalizar ésta práctica.

El Congreso aún tiene la oportunidad de bloquear la ley, pero los críticos siguen cuestionando por qué los legisladores no lo detuvieron en primer lugar.

"Esta fue definitivamente una oportunidad perdida y estamos decepcionados de que el Congreso no se aprovechara de ello", dijo Andrew Guernsey, asistente legislativo del Consejo de Investigación de la Familia.