El arma diplomática de Israel: una mujer que no teme enfrentarse a las críticas y fortalecer los lazos con los cristianos.
Sharren Haskel quizá no sea tan conocida como el israelí Benjamin Netanyahu, pero se ha convertido en una figura prominente en su gobierno, representando oficialmente al Estado de Israel en el escenario mundial como viceministra de Asuntos Exteriores.
Tras su cálida y acogedora sonrisa y su dulce voz, se esconde una lengua tan afilada como su mente. Durante su etapa en el gobierno de Netanyahu, ha demostrado su disposición a adoptar una postura ofensiva y a desafiar a los críticos de Israel en su lucha contra Hamás.
Tampoco tiene miedo de adentrarse en la polémica, describiendo la mayor amenaza para Israel como una forma militante del Islam.
"Hay una guerra mundial entre el islam radical y los valores de la civilización occidental", declaró Haskel a CBN News en una entrevista en su oficina de Jerusalén. "Sabemos por experiencia propia lo que significa luchar por la libertad".
Su currículum incluye haber vivido y trabajado en el extranjero, haber sido comandante de la policía fronteriza israelí y haber ganado una contienda parlamentaria para convertirse en una de las legisladoras más jóvenes en servir en la Knesset.
Si bien esas experiencias influyen en su perspectiva como diplomática, Haskel se ve ante todo como una defensora de Israel con un rico legado de herencia judía del que nutrirse, que incluye a su abuela y a un abuelo que sobrevivieron a Auschwitz.
Ese contexto explica por qué no se amedrenta al enfrentarse a periodistas, reprender a los líderes mundiales por abandonar la sesión de las Naciones Unidas durante el discurso del primer ministro Netanyahu en septiembre y criticar duramente a los partidarios de la creación de un Estado palestino. Describió la reciente votación de la ONU a favor de la creación de un Estado palestino como una recompensa a Hamás por el atentado terrorista del 7 de octubre de 2023.
También utiliza su plataforma para visibilizar el creciente antisemitismo. En octubre, viajó al Reino Unido tras culpar a las políticas de inmigración del gobierno británico del asesinato de dos personas en una sinagoga de Mánchester durante Yom Kipur, el día más sagrado del calendario judío.
En septiembre, recibió a la mayor delegación de políticos estadounidenses que jamás haya visitado Israel y plantó árboles en señal de solidaridad con cada uno de los 50 estados. Esto formó parte de un esfuerzo por combatir la caída del apoyo y el creciente aislamiento internacional, incluso entre la base estadounidense, tradicionalmente leal.
“Mucha gente que intenta destruir esta relación habla de cómo Estados Unidos le da a Israel. ¿Y qué reciben a cambio?”, explicó. “Cuando vienen aquí, ven que este es un oasis de democracia, de los valores en los que creen: tolerancia, libertad religiosa, libertad de expresión; aquello por lo que Estados Unidos ha luchado en todo el mundo”.
"Somos aliados fuertes, no porque nos beneficiemos. Es porque queremos construir juntos un futuro mejor para las generaciones venideras", continuó.
Esa visita pone de manifiesto otro aspecto del trabajo: el intento de reconstruir la maltrecha industria turística de Israel tras la COVID y dos años de guerra, interrumpida por un alto el fuego orquestado por el presidente Trump en octubre.
«Para la comunidad cristiana, es importante que vengan y lo vean. Que vean la historia, los yacimientos arqueológicos, las pruebas forenses de la Biblia», explicó. «La Biblia no son solo leyendas. No son solo historias».
“Son escenas reales. Son historias reales”, explicó Haskel. “Es asombroso. Puedes tocar la Biblia. Es como un mapa GPS… y creo que eso crea un vínculo irrompible”.
Haskel trabaja para fortalecer los lazos con grupos cristianos. World Israel News informa que ella lideró la iniciativa de Israel para acercarse a África tras los ataques del 7 de octubre.
"La comunidad cristiana de toda África apoya firmemente a Israel y constituye una fuerza vital para contrarrestar la propagación del islam radical y el yihadismo. El fortalecimiento de nuestros lazos con estos líderes refuerza la posición de Israel en África, fundada en valores profundos y compartidos que perdurarán por generaciones", afirmó Haskel en el informe de WIN.
Haskel, otrora crítica de Netanyahu y exmiembro de su partido Likud, combina su independencia con un enfoque práctico. Considerada una defensora de la seguridad y conservadora en materia económica y fiscal, se presenta como la voz de la derecha política. Sin embargo, también apoya los derechos de la comunidad LGBTQ+ y la legalización de la marihuana. Estas cualidades la convierten en una figura atractiva para los jóvenes israelíes como líder emergente.
En cuanto al futuro de Israel en Oriente Medio, Haskel refleja una mezcla de realismo y reconocimiento de lo sobrenatural. Señala la improbable historia de Israel que se remonta al rey David.
"No le dio el reino. No le dio una corona. Le dio a Goliat. Y creo que ahí es donde nos dieron un Goliat", declaró Haskel a CBN News, refiriéndose a Irán y sus aliados regionales. "Hay que ser realistas en Israel. Y para ser realistas, hay que creer en Dios y en los milagros. Nuestra historia está llena de ellos, y confiamos en Él. Tiene un plan para nosotros y nos ha estado protegiendo".

