Iglesias en todo el estado de Michigan están viajando a la ciudad de Flint para ayudar a unos 100.000 habitantes que enfrentan una crisis severa de agua.

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El problema comenzó en 2014 cuando la ciudad cambió su fuente de agua del lago Huron al río Flint en un esfuerzo por ahorrar dinero. El movimiento finalmente causó la corrosión de las tuberías por envejecimiento y contaminó el agua con plomo.

Más tarde, un pediatra en Flint encontró que los niños en la ciudad tenían niveles elevados de plomo en la sangre. El plomo es tóxico y la exposición puede ser especialmente peligrosa para los niños, causando posibles problemas neurológicos.

El martes, el gobernador Rick Snyder Michigan se dirigió a la crisis del agua en un discurso ante el Congreso estatal. Él ha admitido el mal manejo de la situación, pero él dice que no dimitirá.

El presidente Barack Obama declaró estado de emergencia el fin de semana, lo que le ha permitido a Federal Emergency Management Agency (FEMA) y a la Guardia Nacional intervenir y comenzar a distribuir agua embotellada.

FEMA también está proporcionando filtros de prueba de agua y de plomo.

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