Después de años de batallas legales, la panadería "Sweet Cakes by Melissa" de propietarios cristianos, está cerrando sus puertas.

La empresa con sede en Oregon fue el blanco de activistas LGBT cuando los propietarios Aaron y Melissa Klein dijeron que no hornearían un pastel para una boda gay debido a sus creencias cristianas.

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Las batallas legales posteriores paralizaron la panadería.

Los Klein habían estado operando fuera de su hogar durante los últimos años. Pero ahora han anunciado lo siguiente en su página de Facebook: "Hemos cerrado Sweet Cakes. ¡Apreciamos a todos por su continua oración y apoyo!"

El Congreso Mundial de las Familias dice que esto es una tragedia.

"Extremistas LGBT han cobrado otra víctima en su búsqueda por librar a la sociedad de cualquier persona que no aprueba su agenda", escribe Brian Brown, presidente del Congreso Mundial de las Familias.

Aunque los Klein han decidido cerrar la tienda, todavía tendrán que defender la libertad religiosa.

Sus abogados argumentan que está mal que el gobierno obligue a la gente a apoyar algo que viola sus creencias.

Los Klein todavía se enfrentan a una fuerte multa de $ 135.000, que van a seguir para apelando.

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