Un sacerdote católico está invitando a miembros de pandillas violentas, a unirse a la "Banda de Cristo".

The Christian Examiner reporta que José Luis Guerra, quien será ordenado este mes, está evangelizando a miembros de pandillas en Monterrey, México, una ciudad sólo a 125 millas de la frontera con Estados Unidos.

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Es un lugar peligroso, pero Guerra no tiene miedo. Trabajando con otros 15 misioneros que son ex miembros de pandillas, Guerra se siente como en casa en las calles con los hombres y las mujeres que conoce.

Él es un hombre grande, pero dice: "¡Sólo significa que estoy lleno de amor!"

Cuando un miembro de una banda opta por seguir a Cristo, tienen que renunciar a la vida de las pandillas, que incluye dejar atrás una vida de crimen que involucra robo, asalto, y a veces asesinato.

Aquellos que se unan a Guerra en la obra misionera, deberán llevar un programa de preparación dura tres días en un campamento para reflexionar sobre su decisión de seguir a Cristo, luego siete semanas en la formación misionera.

Cuando se gradúan hay una celebración, ya que son aceptados en la "Banda de Cristo" y se presentan con una Biblia.

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