Según informa el diario mexicano El Universal, católicos tradicionalistas saquearon y destruyeron parcialmente 84 casas, donde moraban 350 tzotziles evangélicos, quienes tuvieron que abandonar la comunidad Mitzitón, en el municipio de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, informaron fuentes gubernamentales.
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Los hechos ocurrieron porque los evangélicos decidieron no realizar actividades y no aportar cooperaciones para las fiestas de comunidad, ubicada a 12 kilómetros de distancia de la cabecera municipal.
En el primer caso de abuso, un grupo de católicos tradicionalistas de la comunidad de Mitzitón, expulsaron a la familia de Víctor Jiménez. Las fuentes señalaron que unos 150 indígenas, encabezados por el agente rural Silvano Jiménez y el presidente del comisariado ejidal José Gómez Heredia, obligaron a salir de su vivienda de manera violenta a 11 personas que componen la familia de Jiménez, entre ellos dos menores de edad.
Los expulsados fueron llevados a un domicilio en la comunidad de Betania, municipio de Teopisca, ya que a pesar de que Jiménez sabía las diferencias con los pobladores, intentó sembrar media hectárea de tierras en dicha comunidad, lo cual fue rechazado por los pobladores y por lo tanto fue expulsado.
Otro caso se dio el pasado viernes, cuando a dos familias más les fueron destruidas sus viviendas por unos 250 indígenas, algunos en presunto estado de ebriedad.
Los pobladores aseguraron, que aparte de no cooperar para las fiestas, desde hace varios meses los evangélicos no trabajaban en beneficio de la comunidad.
Otro de los afectados es Julio N, quien también fue despojado de su vivienda.
Estas familias evangélicas, hombres con sus esposas e hijos, permanecían en la comunidad, a espera de que alguna autoridad llegara a la localidad, pero los católicos les exigieron que se retiraran del poblado o de lo contrario serían detenidos y encarcelados.
El domingo sumaron 84 las casas que fueron saqueadas y algunas semi-destruidas. Los desplazados han presentado ya las denuncias correspondientes ante la Fiscalía de Justicia Indígena en la región Altos.
Temporalmente los 350 evangélicos fueron ubicados en la comunidad Betania, del municipio de Teopisca.
Aunque México protege la libertad de culto y credo en su Constitución, en algunas zonas del sur del país se están produciendo ataques contra la comunidad evangélica, sobre todo por conflictos con las autoridades locales y vecinales que quieren imponer el culto católico y la contribución para sus fiestas de forma obligatoria. Al negarse, los evangélicos son en ocasiones extorsionados, amenazados y en algunos casos expulsados de sus hogares y tierras.