No fue un resultado tan bueno como algunos de la derecha esperaban, pero sí lo suficientemente bueno como para derribar al gobierno francés e impulsar a la Unión Europea hacia la derecha.

Este fin de semana, los partidos conservadores han obtenido importantes escaños en el Parlamento Europeo, lo que ha supuesto una humillación para el presidente francés, Emmanuel Macron, y le ha llevado a convocar elecciones legislativas anticipadas en una apuesta por salvar su Gobierno.

En Italia, la primera ministra Giorgia Meloni duplicó con creces los escaños de su partido en la Asamblea.

Y en Alemania, a pesar de verse acosado por un escándalo de candidatos, el partido conservador Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo suficientes escaños para superar a los socialdemócratas de izquierda del canciller Olaf Scholz.

Un jubiloso simpatizante de AfD dijo: «El futuro nos pertenece».

En Francia, el presidente del partido Agrupación Nacional, Jordan Bardella, dijo a sus seguidores: «Se ha levantado un viento de esperanza en Francia, y no ha hecho más que empezar».

Frank Furedi, director ejecutivo del grupo de expertos MCC Bruselas y uno de los líderes intelectuales de la derecha europea, dijo que el resultado de las elecciones era predecible porque los europeos estaban muy descontentos con sus gobiernos.

"Básicamente sienten que los partidos convencionales los han decepcionado. Quieren que se escuchen sus voces. Quieren ser parte de la conversación. Y básicamente quieren tener partidos que hablen como ellos, en lugar de la forma en que lo hacen los grupos culturales". las elites hablan. Y es tan simple como eso", dijo Furedi.

Furedi calificó la victoria conservadora en Francia de «terremoto político».

«El segundo país más grande de Europa, en términos económicos y políticos (Francia), se ha inclinado hacia la derecha y eso tendrá un impacto muy importante".

Y dijo que el cambio en Francia, junto con los Países Bajos bajo Geert Wilders, será una fuerza para mover el continente europeo más hacia la derecha. "Esas dos naciones (Francia y Países Bajos), que son bastante importantes, pueden marcar una enorme diferencia en la dinámica política dentro de Europa".

Los demócratas cristianos de la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, siguieron siendo, con diferencia, el grupo más grande en el Parlamento, pero el aumento de la derecha hará que sea mucho más difícil para la asamblea seguir impulsando políticas climáticas impopulares y de fronteras abiertas.