LONDRES (AP) — Los capitanes de dos equipos de la Premier League inglesa están en el centro de atención por sus decisiones el fin de semana pasado, cuando la competencia celebró la inclusión LGBTQ+ en su campaña para promover la igualdad y la diversidad.

Se entregaron brazaletes de capitán con colores del arco iris a los 20 clubes para los partidos del fin de semana pasado y la próxima ronda de mitad de semana.

Sam Morsy, del Ipswich, fue el único capitán en acción que no usó el brazalete de arcoíris; el club dijo que tomó la decisión "debido a sus creencias religiosas".

Morsy, un centrocampista egipcio nacido en Gran Bretaña, es un musulmán practicante.

Ipswich dijo que “respeta la decisión” de Morsi pero que está “comprometido a ser un club totalmente inclusivo”.

“Seguiremos desarrollando un entorno donde todos sean valorados y respetados, tanto dentro como fuera de la cancha”, afirmó Ipswich.

El Crystal Palace jugará contra el Ipswich el martes y su capitán, Marc Guehi, lució un brazalete con el arcoíris que tenía escritas las palabras “Amo a Jesús” durante el partido contra el Newcastle el sábado. En lugar de la palabra “amor”, se utilizó un corazón.

El defensa inglés, que es un cristiano devoto, podría ser sancionado si se considera que se trata de un eslogan religioso. Las reglas del juego permiten “eslóganes o emblemas de iniciativa”, pero no “eslóganes, declaraciones o imágenes políticas, religiosas o personales”.

La campaña Rainbow Laces de la liga, presentada en 2013, se realiza en asociación con la organización benéfica LGBTQ+ Stonewall e incluye una variedad de actividades para "destacar las iniciativas comunitarias y educativas diseñadas para alentar el debate y promover la alianza con las comunidades LGBTQ+", según indicó la competencia. La marca Rainbow Laces es ampliamente visible dentro de los estadios en elementos como banderines de esquina y bases para balones.

En Francia, el Nantes multó al delantero Mostafa Mohamed por negarse a jugar contra el Toulouse el año pasado el fin de semana en que los equipos lucieron números con los colores del arco iris en sus camisetas para apoyar la lucha contra la homofobia. En mayo, la liga suspendió cuatro partidos al centrocampista del Mónaco Mohamed Camara por tapar un mensaje contra la homofobia en la camiseta del equipo durante el último partido de liga de la temporada del club.