La conmovedora oración de Billy Graham tras el atentado del 11-s: una mirada retrospectiva a cómo Estados Unidos se unió en 2001
Foto de archivo de: zz/Walter Weissman/STAR MAX/IPx 2001 11/9/01 Las Torres Gemelas del World Trade Center en la ciudad de Nueva York se derrumban después de que los secuestradores estrellaran aviones contra ambos edificios el 11 de septiembre de 2001. (NYC)
Hace veintitrés años, el mundo se detuvo al presenciar los horribles acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. Casi 3.000 personas murieron, pero, cuando las cenizas se asentaron, el pueblo de Estados Unidos se levantó, abandonó sus alianzas políticas e ideológicas y decidió amar a su prójimo como a sí mismo.
Hoy se celebran servicios conmemorativos en todo Estados Unidos para conmemorar el aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Tanto la vicepresidenta Harris como el expresidente Trump asistieron a ceremonias en el sitio del World Trade Center en Nueva York y en el Memorial Nacional del Vuelo 93 en Pensilvania.
En el Pentágono, que también fue uno de los objetivos de aquel terrible día, ya se había desplegado una bandera. Los primeros intervinientes que acudieron al lugar saludaron a la bandera.
También se erigirán monumentos en todo el país en diversos lugares, desde ayuntamientos hasta parques, gimnasios y más, para recordar a quienes perdieron la vida.
En esta solemne ocasión, CBN News honra las vidas perdidas y un país cambiado para siempre con el siguiente video que conmemora la tragedia con una cronología de los eventos de ese trágico día.
Inmediatamente después, durante un Día de Oración y Recuerdo el 14 de septiembre de 2001, mientras la nación estaba de luto, el reverendo Billy Graham declaró desde la Catedral Nacional de Washington DC:
"La cruz nos dice que Dios entiende nuestro pecado y nuestro sufrimiento y, desde la cruz, Dios declara: 'Te amo'. La historia no termina con la cruz. Porque la Pascua nos lleva más allá de la tragedia de la cruz hacia la tumba vacía. Nos dice que hay esperanza de vida eterna, porque Cristo ha conquistado el mal, la muerte y el infierno. Mi oración hoy es que sintamos los brazos amorosos de Dios envolviéndonos mientras sabemos en nuestros corazones que Él nunca nos abandonará si confiamos en Él. Y este será un día que recordaremos como un día de victoria".