Rubio visita Israel tras la votación de la ONU a favor de un Estado palestino; líderes israelíes presionan para anexar Judea y Samaria
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, llegó a Israel este fin de semana y se reunió con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Mientras tanto, algunos líderes israelíes piden al gobierno que declare la soberanía sobre las bíblicas Judea y Samaria, después de que la Asamblea General de las Naciones Unidas votara abrumadoramente a favor de un Estado palestino.
Rubio comenzó su viaje con una visita al Muro de las Lamentaciones para orar. Incluso después del ataque israelí de la semana pasada contra los líderes de Hamás en Qatar, aliado de Estados Unidos, Netanyahu insistió en que la relación entre Estados Unidos e Israel es sólida.
“Mi extraordinario amigo, el secretario de Estado Marco Rubio, y su esposa Jeanette, creo que su visita aquí es un testimonio de la durabilidad y la fuerza de la alianza israelí-estadounidense. Es tan fuerte y duradera como las piedras del Muro de las Lamentaciones que acabamos de tocar”, declaró Netanyahu.
La votación de la ONU en Nueva York el viernes fue de 142 a 10, con 12 abstenciones, para aprobar la resolución sobre el Estado palestino, en un tono diplomático titulado " La Declaración de Nueva York sobre la solución pacífica de la cuestión de Palestina".
Los votos "no" provinieron de Israel, Estados Unidos, Argentina, Hungría, Micronesia, Nauru, Palau, Papua Nueva Guinea, Paraguay y Tonga.
El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, criticó duramente la votación, afirmando: «Esta declaración unilateral no será recordada como un paso hacia la paz, sino como otro gesto hueco que debilita la credibilidad de esta Asamblea. Esto no es diplomacia. Es teatro. Una actuación cuidadosamente montada para los titulares, no para la paz. No acorta la guerra. La prolonga. No debilita a Hamás. La recompensa. No impulsa las negociaciones. La socava».
La administración Trump calificó la votación como "un regalo para Hamás" y, después de la acción de la ONU, varios ministros de la Knesset israelí pidieron al gobierno que anexara Cisjordania.
El ministro de Justicia, Yariv Levin, coincidió con la descripción estadounidense de la votación como una recompensa al terrorismo y declaró: «La tierra de Israel pertenece al pueblo de Israel. Ni siquiera la decisión de la ONU cambiará eso. Es hora de aplicar la soberanía a Judea, Samaria y el valle del Jordán. Esta es la respuesta sionista apropiada».