JERUSALÉN, Israel – El ejército de Israel sufrió el domingo uno de los peores ataques desde la guerra del 7 de octubre que tuvo lugar en una base de las Fuerzas de Defensa de Israel, incluso mientras Estados Unidos está enviando misiles antitanque avanzados como respaldo al Estado judío.

El ataque con aviones no tripulados de Hezbolá contra una base situada a decenas de kilómetros de la frontera con Líbano mató a cuatro soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel e hirió a otros 58. Las ambulancias acudieron al lugar y luego a los hospitales con los heridos.

"Fue una situación difícil", dijo el paramédico del Magen David Adom, Rafi Sheva. "El impacto del ataque con drones causó heridas graves debido a la explosión y a la metralla".

Según se informa, el dron se estrelló contra la cafetería de una base a la hora de la cena y explotó sin ninguna sirena de advertencia para advertir a las tropas de la llegada del dron.

Después de un ataque aéreo tan horrible, y con el reciente lanzamiento de 181 misiles balísticos por parte de Irán contra Israel, la noticia de que Estados Unidos ha enviado un avanzado sistema de defensa aérea no podría llegar en mejor momento.

Un centenar de soldados estadounidenses se encargan de operar el complejo sistema. Una sola de las baterías del sistema puede derribar 72 misiles balísticos.

Cuando se le preguntó al presidente Joe Biden por qué enviaba la batería, respondió simplemente: "Para defender a Israel".

En el sur del Líbano, los principales líderes de las Fuerzas de Defensa de Israel están mostrando a los periodistas los túneles donde los terroristas de Hezbolá podrían prepararse sin ser vistos para una invasión repentina de Israel, justo al otro lado de la frontera.

De pie en uno de los túneles, el general de brigada Yiftach Norkin, comandante de la 146 División de Israel, explicó: "Hay otros túneles similares a éste. Actualmente estamos trabajando para descubrirlos, neutralizarlos y destruirlos".

Todas las casas de los pueblos cercanos a la frontera con Israel estaban llenas de armas que Hezbolá necesitaría para invadir Israel y estaban conectadas a muchos túneles terroristas.

Un comandante no identificado de las FDI observó mientras caminaba por una aldea que todas las casas estaban ocupadas por Hezbolá y estaban llenas de armas. Las FDI han confiscado docenas de camiones cargados de armas.

“Lo que caracteriza a estos lugares es que todos y cada uno de ellos son un objetivo militar y un puesto avanzado subterráneo con muchos túneles”, declaró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.

Una vez que el ejército expulse a Hezbolá del área, Gallant enfatizó que Israel no permitirá que los terroristas regresen para que más de 60.000 israelíes puedan regresar con seguridad a sus hogares cerca de la frontera.

“No permitiremos que los terroristas regresen a estos lugares”, afirmó Gallant. “Es esencial para mantener la seguridad de los habitantes del norte”.

En 2006, al final de la Segunda Guerra del Líbano, las Naciones Unidas garantizaron que sus fuerzas de paz de la FPNUL se asegurarían de que Hezbolá no volviera a invadir el sur del Líbano y amenazara nuevamente a Israel con terroristas y misiles.

No sólo no lo han hecho, sino que han permitido que Hezbolá construya infraestructura militar que contenga armas almacenadas y albergue a tropas terroristas. Hezbolá también excavó algunos de sus túneles a pocos metros de las bases de la FPNUL.

Israel ha herido a algunos de los soldados de paz de la ONU al atacar objetivos cercanos de Hezbolá. Cuarenta países que enviaron soldados de paz han expresado enérgicas quejas contra Israel.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, sostiene que su enojo es infundado.

"En lugar de criticar a Israel, deberían dirigir sus críticas a Hezbolá, que utiliza a la FPNUL como escudo humano", afirmó Netanyahu.

También envió un mensaje urgente al jefe de la ONU.

"Señor secretario general, retire las fuerzas de la FPNUL del peligro. Debe hacerse ahora mismo, de inmediato", dijo Netanyahu.