La guerra entre Israel y Hamás se está intensificando a medida que entra en acción un nuevo plan para tomar el control de la Franja de Gaza.

El plan, aprobado el jueves por la noche, tiene como objetivo destruir lo que queda del grupo terrorista Hamas y presionarlo para que libere a los 20 rehenes vivos que aún mantiene retenidos, junto con los cadáveres de otros 30.

Las Fuerzas de Defensa de Israel advierten que esto podría poner en riesgo la vida de los rehenes israelíes que aún están cautivos.

Tras la aprobación del Gabinete de Seguridad para el golpe militar, el Primer Ministro Benjamin Netanyahu dijo a Fox News  que el plan de guerra exige el control total de la Franja de Gaza.

"Queremos liberarnos y liberar al pueblo de Gaza del terrible terror de Hamás", afirmó Netanyahu.

El plan por etapas incluye el desarme de Hamás y los demás grupos terroristas, la devolución de todos los rehenes, la desmilitarización de la Franja de Gaza y la creación de un gobierno civil que no sea ni Hamás ni la Autoridad Palestina.

El primer ministro explicó: «No queremos estar allí como órgano de gobierno. Queremos ceder el control a unas fuerzas armadas que se pacten debidamente sin amenazarnos y que garanticen una buena vida a los gazatíes. Eso no es posible con Hamás».

Netanyahu indicó que Israel y Estados Unidos están de acuerdo en ciertos principios para la Gaza posterior a Hamás, incluido el control civil no israelí.

El presidente Trump planea colaborar con Israel para administrar centros de distribución de alimentos adicionales. 

"En eso estoy concentrado. En cuanto al resto, no puedo decirlo con certeza; eso dependerá en gran medida de Israel", dijo el presidente.

Mientras un grupo de manifestantes se encadenaba a una valla frente a la Oficina del Primer Ministro en señal de protesta, las FDI advirtieron que el plan podría poner en riesgo la vida de los rehenes restantes.

El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, observó el viernes: «Israel, de hecho, asume un enorme riesgo al emprender la acción militar planeada para acabar con Hamás y salvar a los rehenes. Pero ¿qué otra opción les queda?».

Netanyahu afirmó: "Creo que con una combinación de tácticas militares adecuadas y presión internacional, podemos sacarlos a todos, y ciertamente a la mayoría, de allí".

El plan se enfrenta a la resistencia de los líderes británicos. El embajador británico en Israel, Simon Walters, lo calificó de "un grave error".

El plan de toma de Gaza también podría desencadenar una nueva ola de antisemitismo. Una oficina en París de la aerolínea israelí El Al fue vandalizada el jueves.

También existe una ardua batalla con los medios de comunicación. Netanyahu declaró a Fox News  que está investigando si un país puede demandar a The New York Times  por un artículo engañoso en portada que retrataba a un niño con una condición médica como evidencia de inanición.

El primer ministro afirma que el público se está dando cuenta de los grandes medios de comunicación y que la verdad triunfará al final.

"La gente verá el aumento de la ayuda humanitaria. La gente verá nuestros esfuerzos para evitar víctimas civiles".