Un nutrido grupo de manifestantes israelíes exigió un acuerdo para liberar a los rehenes retenidos por Hamás, mientras el gabinete de seguridad del gobierno de Netanyahu se reunía para abordar la guerra. Mientras tanto, Australia afirma que Irán está detrás de los ataques antisemitas en el país, tras el retracto de varios países en su decisión de reconocer un Estado palestino.

Los israelíes en Jerusalén y el centro de Israel se despertaron con las sirenas la madrugada del miércoles, cuando los hutíes en Yemen lanzaron otro misil balístico contra el Estado judío. El misil fue interceptado y no causó heridos ni daños.

Aproximadamente 350.000 manifestantes realizaron una manifestación masiva en Tel Aviv el martes por la noche, insistiendo en que el gobierno negocie con Hamás sobre los rehenes.

Tras la reunión del Gabinete de Seguridad, el primer ministro Benjamín Netanyahu apenas comentó sobre lo discutido. Refiriéndose a la guerra, afirmó: «Empezó en Gaza y terminará en Gaza. No dejaremos que estos monstruos (de Hamás) estén allí, liberaremos a todos nuestros rehenes y nos aseguraremos de que Gaza ya no represente una amenaza para Israel».

Jonathan Spyer, del Foro de Oriente Medio, cree que la guerra solo puede terminar con la victoria de Israel. Declaró a CBN News: « En mi opinión, debe terminar con la destrucción total de la autoridad islamista en Gaza. Cualquier resultado inferior a eso representaría una victoria para Hamás».

Israel se disculpó por la muerte de periodistas en un ataque contra el Hospital Nasser de Gaza y señaló que seis de los otros fallecidos en el ataque eran terroristas. Los primeros hallazgos indicaron que los soldados confundieron las cámaras que los enfocaban desde un puesto de observación con elementos hostiles armados.

Jonathan Conricus, miembro senior de la Fundación para la Defensa de las Democracias, dijo sobre las Fuerzas de Defensa de Israel: "Lo que encontraron en todos y cada uno de los hospitales fue que los combatientes de Hamás (terroristas) estaban usando y abusando de los hospitales para actividades de combate".

Conricus cree que las conclusiones de Israel y su admisión después del ataque demuestran su moralidad.

Observó: "Este es uno de esos raros casos en los que Israel tiene la oportunidad de reconocer un error y fortalecer su credibilidad tomando medidas reales y demostrando que nos tomamos en serio nuestra moral y nuestros valores; y cuando cometemos errores, los asumimos".

Aparte del incidente, Amnistía Internacional publicó un informe acusando a Israel de crímenes de guerra. Sin embargo, Conricus afirma que la organización ha perdido credibilidad. "Me parece una organización que se centra irracionalmente en Israel", declaró.

Conricus añadió: «Si se tratara de derechos humanos, si se tratara de prevenir el sufrimiento de los civiles, sus principales objetivos serían los terroristas de Hamás que gobiernan y oprimen la Franja de Gaza, que son los principales culpables, los principales opresores y violadores de los derechos civiles en Gaza desde que llegaron al poder en 2007».

En Estados Unidos, el presidente Trump, quien recientemente declaró creer que la guerra terminará en unas semanas, está planificando con antelación. Él y el enviado especial Steve Witkoff se reunirán hoy en la Casa Blanca para discutir un "plan integral" para gestionar Gaza después de la guerra.

Mientras tanto, Australia sorprendió a Israel el martes al pedir a los diplomáticos iraníes que se retiraran después de que el gobierno dijera que tenía pruebas de que Irán estaba detrás de dos ataques terroristas antisemitas.

Los alemanes dieron otra sorpresa cuando el canciller Friedrich Merz dijo: "Alemania no se sumará al reconocimiento de un Estado palestino porque aún no existen las condiciones necesarias para ello".