Nicaragua: Iglesias protestantes y católicas romanas atacadas durante las celebraciones de Pascua
La represión religiosa en Nicaragua alcanzó nuevos niveles de hostigamiento durante las celebraciones de Semana Santa de este año, según denunció la organización Christian Solidarity Worldwide (CSW). Tanto iglesias protestantes como católicas fueron objeto de fuertes restricciones entre el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección.
Este año, la tensión fue particularmente alta, ya que el Viernes Santo coincidió con el aniversario de las protestas ciudadanas de 2018, que marcaron el inicio de una dura persecución contra la sociedad civil y las expresiones religiosas independientes.
De acuerdo con medios locales como Despacho 505, las autoridades prohibieron las procesiones públicas y otras actividades religiosas, advirtiendo a los líderes cristianos que no salieran a las calles, no usaran fuegos artificiales y evitaran orar por exiliados o presos políticos. Estas órdenes fueron vigiladas de cerca por las fuerzas de seguridad. Por ejemplo, durante la celebración del Vía Crucis en la Catedral Santiago Apóstol, en Boaco, se apostaron tres vehículos policiales con 24 agentes antidisturbios. Hechos similares ocurrieron en catedrales de Juigalpa y Bluefields, así como en iglesias evangélicas del departamento de Río San Juan.
Entre enero y abril de 2025, CSW ha documentado 107 violaciones a la libertad religiosa en Nicaragua, casi la mitad del total registrado en todo 2024. Estas incluyen amenazas, hostigamientos, detenciones arbitrarias y la imposición de "medidas cautelares" a pastores y sacerdotes, como reportarse semanalmente ante la policía, entregar sus planes de actividades y restricciones severas de movimiento.
Scot Bower, director ejecutivo de CSW, declaró: "La presencia de policías antidisturbios durante celebraciones pacíficas de Pascua es excesiva e injustificable. Es inconcebible que líderes religiosos y comunidades de fe sean blanco de una persecución sistemática simplemente por practicar su fe en paz."
Bower también instó a la comunidad internacional a buscar nuevas vías para exigir cuentas al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, especialmente después de que Nicaragua se retirara del Consejo de Derechos Humanos de la ONU el pasado febrero.
Christian Solidarity Worldwide reiteró su compromiso de seguir documentando las violaciones a los derechos humanos y pidió oración continua por las iglesias perseguidas en Nicaragua.