Durante la 55ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), celebrada del 25 al 27 de junio, la Alianza Evangélica Latina (AEL) presentó una propuesta integral de políticas públicas en defensa de la libertad religiosa y de cultos, a través de su canciller, el reverendo Eduardo Gómez.
La propuesta fue expuesta ante diversas delegaciones de los Estados miembros y recibió una acogida positiva. En ella, se insta a los gobiernos del continente a adoptar medidas concretas para proteger el derecho de toda persona a vivir y expresar su fe sin restricciones ni discriminación.
Gómez, también comisionado para la libertad religiosa ante la OEA, subrayó que la propuesta responde a una realidad creciente en la región: “La fe está siendo limitada por leyes injustas, por actos de violencia, y por la indiferencia de muchos gobiernos. Necesitamos marcos legales que no solo toleren la fe, sino que la protejan activamente”, expresó.
La AEL identificó cuatro áreas clave para la acción estatal:
- Garantizar la libertad religiosa mediante leyes nacionales que protejan el culto, la conciencia y la objeción por razones de fe.
- Fomentar el diálogo interreligioso como herramienta de paz y convivencia.
- Proteger los lugares de culto frente a actos de vandalismo o violencia.
- Combatir la intolerancia religiosa mediante educación y políticas públicas efectivas.
El reverendo Gómez puso como ejemplo el decreto colombiano de 2018, que estableció un modelo de política pública sobre libertad religiosa, instando a replicar este tipo de iniciativas en otros países del hemisferio.
“Nuestra fe no debe vivirse en la clandestinidad. Jesús enseñó que una luz no se pone debajo de la mesa, sino que se coloca en alto para alumbrar a todos. Esa es nuestra convicción en la esfera pública”, expresó Gómez.
La participación de la AEL en este foro se enmarca dentro de una estrategia permanente de incidencia diplomática en favor de los valores cristianos, la vida, la familia y la libertad de culto. La organización representa a más de 150 millones de evangélicos y a más de medio millón de iglesias en las Américas.
La Asamblea fue presidida por el nuevo secretario general de la OEA, Albert Ramdin, y reunió a cancilleres, embajadores y representantes de la sociedad civil de todo el continente. La propuesta de la AEL se posiciona como una voz clara desde la fe en medio de los debates sobre derechos humanos y democracia en la región.