El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, anunció este martes que acogió el proyecto de ley presentado por el diputado cristiano Fabricio Alvarado para garantizar la continuidad de radios y televisoras evangélicas y católicas, afectadas por la reciente subasta de frecuencias realizada por SUTEL. 

Chaves confirmó que sostuvo una conversación con Alvarado y que ambos comparten la misma preocupación: asegurar que las emisoras religiosas puedan seguir transmitiendo el mensaje de Dios sin verse obligadas a cerrar por los altos costos fijados en el proceso de licitación. 

“Ayer hablé con Fabricio Alvarado. Bajo ningún punto de vista vamos a impedir sus labores de evangelización y persuasión. Eso lo tengo clarísimo”, dijo el presidente, dejando ver un acuerdo político directo con el legislador cristiano. 

El Ejecutivo trabajará sobre el proyecto presentado por Fabricio 

Aunque el presidente reveló que su equipo tenía lista una iniciativa propia, reconoció que, tras la presentación del proyecto de Nueva República, el gobierno trabajará sobre esa base para elaborar una propuesta definitiva que pueda avanzar de forma ordenada en la Asamblea Legislativa. 

“Fabricio Alvarado presentó un proyecto en ese sentido. Yo pude haber firmado y convocado el nuestro, pero ahora vamos a socializar ambos y ordenar a los equipos que trabajen en un proyecto de ley que busque el bienestar común”, afirmó. 

El proyecto de Nueva República propone un régimen especial de asignación directa para emisoras religiosas sin fines de lucro, lo que permitiría que rádios y televisoras cristianas sigan operando sin tener que competir en subastas millonarias. 

Defensa explícita de los medios cristianos 

Chaves insistió en que, pese a críticas públicas de algunas emisoras católicas hacia su gobierno, su administración protegerá por igual a todas las estaciones evangélicas y católicas. 

“A pesar de que a mí Radio María me tira todos los días, vamos a trabajar con las estaciones evangélicas y las católicas”, dijo en tono firme. 

El mandatario recalcó que su intención no es intervenir en los contenidos religiosos, sino garantizar su continuidad, en reconocimiento del impacto social y espiritual que estos medios tienen en la población costarricense. 

Un mensaje político de unidad en torno a la libertad religiosa 

El acercamiento entre Chaves y Alvarado ha generado atención en el contexto nacional, pues esta es la primera vez que el Ejecutivo expresa públicamente su respaldo a una iniciativa impulsada explícitamente desde el sector cristiano para defender a los medios de fe. 

Ambos coinciden en que la reciente subasta dejó a muchas emisoras religiosas frente a un “cierre técnico”, y que el Estado tiene la responsabilidad de garantizar que la libertad religiosa —incluida la difusión del Evangelio por radio y televisión— no se vea afectada por decisiones administrativas o económicas.